martes, 19 de marzo de 2013
Plantean elaborar inventario de la Selva Lacandona.
Silvano Bautista Ibarias.
Después de conocer que Brasil ha iniciado el inventario de los árboles del Amazonas, expertos en temas ambientales sugieren el hecho de por qué, no se realiza lo mismo en una de las principales selvas del mundo, como lo es la Selva Lacandona en el Estado de Chiapas, la cual en los últimos 50 años ha perdido la mitad de su extensión por la deforestación (75 mil kilómetros cuadrados), y muestra uno de los niveles de deterioro ecológico más graves del mundo.
Expertos, ambientalistas de todo el mundo y el propio Kimbor Chambor, Presidente de Bienes Comunales de la Zona Lacandona, advierten sobre los riesgos causados por la pérdida y el deterioro de la riqueza forestal de Chiapas, situación que repercute en núcleos de biodiversidad estratégicos pues esta zona está considerada como el principal regulador natural del país. Y es que el deterioro de la selva es grave porque es un núcleo importante de regulación del clima mundial, semejante al del Amazonas.
Señalan que de no revertirse el daño de los macizos forestales chiapanecos, el clima podría cambiar de manera drástica en perjuicio de las comunidades y la vida asentadas en la entidad.
Chiapas es un paraíso natural, pero hay problemas por los daños a la gran variedad de sus ecosistemas, considerados los más importantes de Mesoamérica: 30 por ciento de la biodiversidad de México se encuentra en este territorio, con sus especies de fauna y flora.
En Chiapas se cuenta con 17 áreas naturales protegidas de bosques de niebla, manglares, bosques de pino y encino, así como selvas bajas, altas y tropicales, además de las reservas de biosfera conocidas como El Ocote, La Encrucijada, El Tacaná, El Triunfo, Montes Azules y Lacantún.
Están también las zonas de protección de flora y fauna Nahá, Metzabook, Chankin, cascadas de Agua Azul y santuario Puerto Arista y los llamados monumentos naturales de Yaxchilán y Bonampak, y los parques nacionales cañón del Sumidero, Palenque y lagunas de Montebello.
La Selva Lacandona es el testimonio más evidente de la destrucción ambiental, causada principalmente por el uso indebido de los suelos, la tala clandestina y los incendios forestales, el saqueo de fauna como mamíferos y aves. El territorio enfrenta una situación muy complicada, que genera una disminución de la Selva, hay zonas donde la extracción es en pequeñas cantidades, pero constante. A ello debe sumarse políticas muy controvertidas del gobierno anterior, entre las que destacan la creación de las llamadas “Ciudades rurales sustentables”, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo y grandes corporaciones privadas.
Debido a su enorme riqueza biológica y su importancia estratégica, la región Lacandona se ha convertido en una prioridad de conservación, tanto a nivel nacional como internacional, por lo que numerosas organizaciones y grupos han intervenido fuertemente en la vida y el territorio de las comunidades que la habitan, canalizando una gran cantidad de recursos.
La Ley de Desarrollo Forestal Sustentable para el Estado de Chiapas señala que un instrumento para la política estatal forestal es el Inventario Estatal Forestal y de Suelos para poder contribuir al desarrollo social, económico, ecológico y ambiental del país, mediante el manejo integral sustentable de los recursos forestales, así como de las cuencas y ecosistemas hidrológico-forestales, sin perjuicio de lo previsto en otros ordenamientos.
Dicho inventario sería una pieza clave para elaborar un diagnóstico y análisis de la situación de los bosques y selvas, como la Lacandona ya que los esfuerzos por la conservación de estas zonas no se han traducido ni en una adecuada conservación ni en el desarrollo de las comunidades que la habitan, que siguen viviendo en condiciones de marginación y expuestas a frecuentes confrontaciones.
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