Aglutinados en diversas agrupaciones de entusiastas conservacionistas y apasionados de la naturaleza se organizaron para recibir grupos provenientes tanto del país como del extranjero y ofrecerles recorridos por diversos paisajes en todo el territorio chiapaneco abarcando desde los principales destinos turísticos, hasta el turismo comunitario que beneficia a los pueblos indígenas más marginados.
En el 2012 alguno de estos grupos tuvo la iniciativa de establecer una UMA en el municipio de Ocosingo; la finalidad de la UMA era producir especies regionales de fauna silvestre para su introducción al medio silvestre y así mejorar el panorama general, para hacerlo más atractivo al turismo de naturaleza; es decir, nuestro proyecto de UMA no era con finalidades de producción y consumo de los ejemplares.
El beneficio de este trabajo se vería reflejado a largo plazo en las poblaciones silvestres de Venado Cola Blanca (Odocoileus virginianus) Pecarí de collar (Pecari tajacu) e Iguana verde (Iguana iguana); después de elaborar una propuesta el proyecto según las cuentas podría echarse a andar con un presupuesto de 580 mil pesos que fue solicitado a la SEMARNAT, con los datos suficientes que justificaban la necesidad de cada peso solicitado.
Pese a cumplir con los requisitos, el proyecto no fue aprobado con el argumento de que el Programa de Subsidio a UMAS estaba diseñado para UMAS de producción, es decir, a aquellas que produjeran animales de consumo.
Hace un par de semanas uno de nuestros colaboradores en la búsqueda de recursos para mejorar nuestros servicios, solicitó información al IFAI acerca de los resultados del Programa de Subsidio a UMAS en el estado de Chiapas y nos encontramos con la desagradable sorpresa de que solamente el 20.9% de las UMAS subsidiadas están en funcionamiento y casualmente aquellas que solicitaron los mayores presupuestos son UMAS fantasma que ni siquiera existen geográficamente.
Es más que evidente el desvió de recursos del estado que fueron destinados a dicho programa, y son millones de pesos que fueron a parar a los bolsillos del coordinador del programa y unos cuantos; mientras que a grupos que realmente estamos trabajando en beneficio de la naturaleza y las comunidades indígenas que viven y se benefician de los pocos recursos que la naturaleza les provee, no somos apoyados y nuestras actividades son vistas como altruistas; (y en verdad lo son) pero nosotros no vivimos de las satisfacciones que nos deja nuestra labor, tenemos también familias y personas que dependen de nosotros.
Nosotros no pedimos limosna ni ayuda, nosotros en esa ocasión solicitamos recursos para hacer una labor que es obligación del estado pero no la hace.
Por ello, el grupo de ecologistas inconformes manifiesta de esta manera su total indignación por los hechos y desaprueba la labor de funcionarios corruptos de la Semarnat en Chiapas.
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