martes, 26 de agosto de 2014

Jenaro Villamil llama a no aceptar el espionaje consentido.

* Consideró que las redes sociales podrían convertirse en aparato de control estatal si Gobernación tiene acceso libre a la información de los usuarios
Comunicado...

“Lo peor que nos puede suceder es que nosotros mismos aceptemos que se violente la vida privada, caer en el espionaje consentido. Las redes pueden convertirse en un gran Big Brother, no a partir de la represión, pero sí de la invasión de la vida privada”, advirtió el periodista Jenaro Villamil durante la conferencia “Redes Sociales” impartida en el pabellón Josefina García Quintanar, en el marco de la Feria Universitaria del Libro, FUL 2014, que se realiza en la ciudad de Pachuca.

El autor de origen yucateco consideró que el acceso de la Secretaría de Gobernación a los datos de los millones de usuarios que navegan diariamente por las redes sociales encarna un peligro en sí mismo, porque no existen garantías acerca de la forma en que utilizarán esa información.

En contraste, estimó que tanto el gobierno federal como los gobiernos estatales deben conservar la posibilidad de intervenir la información de los grupos criminales que utilizan las redes para sembrar terror, difundir sus actividades o crear una narrativa que les sea favorable, como en el caso de Los Zetas que se especializaron en tácticas de contra información y le sacan provecho a las redes sociales.

“Contrarrestar y neutralizar las actividades de las organizaciones criminales en las redes sociales, es una de las funciones que el gobierno federal y los gobiernos estatales deberían tener en lugar de gastar e invertir millonadas de pesos para vigilar a los ciudadanos”, expresó el ponente, quien mantuvo una conversación muy interactiva con los estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH)

Sin embargo, el periodista subrayo el valor de las redes sociales como un valioso instrumento, gracias a la alta capacidad subversiva que han mostrado para influir en procesos políticos; conectar intereses comunes en diferentes latitudes del planeta y ofrecer una nueva dimensión a las causas sociales.

“La web 2.0 creó una verdadera revolución al permitir una interacción entre los usuarios y ha ido desplazando a los medios de comunicación tradicionales”, señaló el comunicólogo y apuntó como triunfo de las redes sociales el fungir como plataformas de movilización ciudadana, haber creado la ciberdisidencia y convertirse en opción de protesta en estados represivos.

En este sentido, estimó que movimientos como el #Yosoy132 tuvo una repercusión política durante la contienda electoral de 2012 y consideró que su intervención en el proceso repercutió restando votos al candidato puntero y hoy presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

“Creo que la ciberdisidencia mexicana seguirá activa en los siguientes años, pero estará enfocada a temas muy concretos. Hasta ahora no se ha visto alguna movilización a través de las redes para protestar contra las reformas estructurales, pero creo que habrá movimientos puntuales respecto a cada uno de los aspectos de las reformas” señaló.

De igual forma, Villamil celebró que los ciudadanos estén participando más en redes sociales y “no se van con el discurso oficial”. Estimó que en México se está dando una rebelión silenciosa de las audiencias, que están migrando de los medios tradicionales a las redes sociales, sin embargo, advirtió que a este uso debe sumarse la herramienta de la historia, para ofrecer contexto y magnitud.

Pues así como la rapidez, simultaneidad e interactividad son virtudes de la Web 2.0, también se convierten en sus defectos al carecer de tiempo para confirmar la información y ofrecer credibilidad, convirtiéndose en un rápido medio para esparcir rumores, “no van a revertir una reforma, porque no tienen posibilidad de incidir en el Congreso pero si están generando una socialización de la información”, concluyó.

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