Derky Wilner Perez
Palenque, Chiapas. Con una inversión superior a los 580 millones de pesos la empresa agroforestal Uumbal pretende construir en este municipio una planta procesadora de Palma de Aceite Africana, con la cual se aumentaría la posibilidad de trasformar la materia prima, cuya producción supera por mucho la capacidad de las dos empresas que desde hace varios años se encuentran funcionando en Palenque.
Sin embargo las únicas partes involucradas en las negociones fueron los representantes de la señalada empresa; miembros del cabildo municipal, encabezados por el secretario del ayuntamiento Jaime Cruz Díaz, así como Jesús Antonio Guillen Gordillo, subsecretario de la SEMAHN en el estado de Chiapas, previa invitación del delegado de economía en esta región, Francisco Calderón Silva; quienes durante una reunión privada intentaban lograr acuerdos “que beneficiarían a los productores de este y otros municipios de la región”.
No obstante en estas negociaciones no fueron tomados en cuenta los productores de palma quienes están siendo explotados por las empresas Palma Tica y Agroipsa, cuyos administradores imponen precios muy bajos y lucran con las necesidades de los pequeños productores.
Tampoco estuvieron presentes los empresarios hoteleros, restauranteros y otros del ramo turístico cuya preocupación es aumentar el número de visitantes y lograr una estancia más prolongada de los turistas, por lo que se pronuncian en la aprobación de proyectos, y el arribo de empresas, que ayuden a fomentar la actividad turística y no aquellas que puedan representar un riesgo para el equilibrio ecológico, principal atractivo del eco turismo; actividad económica basada en el cuidado y explotación sustentable del medio ambiente, sin afectar los ecosistemas.
Alrededor de las 7:00 de la noche del pasado día martes arribaron al restaurante La Fuente los regidores: Gloria Hernández Fonseca; Timoteo Arcos Cruz; Lidia Merari Gómez Gómez; Jaime Jiménez Gómez; Humberto Constantino Huy; Francisco Mendoza López; José Ismael Arcos López; Pedro Enrique Morales García y Julio Cesar Zamudio Alejo. El lugar sería proclamado sede de la sesión ordinaria de cabildo.
La excusa para que el acto oficial no se llevara a cabo en la sala de cabildos del ayuntamiento fue “la falta de espacio para el número de personas que participarían al evento”.
El arribo de los medios de comunicación al lugar cambio el “orden del día”, y el humor de la mayoría de los funcionarios públicos, ya que el evento donde la empresa Uumbal pretendía obtener el permiso para la construcción de la planta procesadora de aceite se transformó “en una reunión informativa a puertas cerradas para presentar un proyecto privado”.
Mismo que debería ser de interés público pues lo que verdaderamente está en juego, mas allá de la inversión de 584 millones de pesos, es el patrimonio de los productores del campo y de los empresarios del ramo turístico de este municipio; así como el equilibro ecológico de la región debido a los altos niveles de residuos contaminantes que vierten las plantas extractoras de aceite hacia la atmósfera; los arroyos, ríos y lagunas, hasta alcanzar los mantos friáticos.
Durante muchos años los productores pecuarios han denunciado, sin obtener respuestas, los daños que las empresas Palma Tica y Agroipsa han ocasionado a los abrevaderos naturales y pastizales donde se alimenta el ganado. Esto ha generado diversas enfermedades que atacan sus hatos ganaderos y pone en riesgo la salud de la población que consume los productos cárnicos.
Trascendió que el punto principal, tras lograr el quórum con la asistencia de la mayoría de los regidores, sería la aprobación del cambio de uso de suelo por parte del ayuntamiento municipal y la aceptación del manifiesto de impacto ambiental, por parte de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural.
Con ello la empresa Uumbal tendría la aprobación para iniciar la construcción una planta de extracción de aceite de palma, cuya superficie y capacidad de procesamiento sería tres veces mayor a las que ya se encuentran establecidas. Aumentando con ello el alto grado de contaminantes que están siendo arrojados al medio ambiente.
Luego de sugerir que la prensa abandonara el lugar, porque se trataba de un evento privado donde hasta las ventanas fueron cerradas, inició la reunión. Tras más de una hora los funcionarios empezaron a abandonar el lugar. Sin detenerse a ser cuestionados.
El regidor del Partido Verde Ecologista, Ismael Arcos López; el secretario municipal, Jaime Cruz Díaz y el subsecretario de medio ambiente, Jesús Antonio Guillén, salieron y declararon ante los medios de comunicación que se trató de un evento “donde la empresa Uumbal llevo a cabo la presentación de su proyecto y entregó su manifiesto de impacto ambiental”.
No obstante se determinó que el caso sería estudiado para evitar daños al ecosistema, a pesar de que los representantes de la empresa agroindustrial aseguraron que el riesgo de contaminación es mínimo, por lo que no se concretaron acuerdos, nada se firmó, y se agendaron próximas reuniones para darles una respuesta.
Cabe señalar que “el sospechosismo y la cerrazón” con el que se llevó a cabo el evento deja en claro la posibilidad de que las negociaciones serían “turbias”.
Que existiría “mano negra” en la aprobación del proyecto, cuya inversión superior a los 580 millones de pesos, podrían dejar buenos dividendos para los funcionarios de los diversos niveles de gobierno involucrados en aprobar que la empresa Uumbal, a pesar del alto grado de contaminación que genera este tipo de instalaciones al medio ambiente, inicie sus actividades en este municipio sin tomar en cuenta la opinión de los diversos sectores de la población.
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