Descartan tráfico de órganos en México y en Chiapas. Solo es amarillismo de algunos medios, señala médico.

Silvano Bautista Ibarias.

Ni en México, ni en Chiapas existen evidencia alguna de grupos dedicados al tráfico de órganos y lo que se ha publicado es producto del morbo y del amarillismo de algunos medios de comunicación, aseguró de manera enfática el doctor Jesús Manuel Lizárraga Ruiz, presidente de la Coalición Unidos por Chiapas.

El galeno, explicó que una operación para el trasplante de un órgano como un riñón o hígado, requiere de al menos 28 estudios previos de compatibilidad entre el donante y el receptor, además de una infraestructura adecuada y el suficiente personal capacitado para una intervención de este tipo. Recordó que si bien hace algunos años este tema se toco en la entidad, eso fue un móvil político por parte de una organización social en contra de autoridades de salud, lo cual finalmente quedo descartado.

En una conferencia de prensa que ofreció, lamentó que recientemente en la entidad se haya corrido esa versión “y que señalaban incluso que los cuerpos de los menores aparecían después con mensajes alusivos y con ciertas cantidades de dinero”.
Por ello, el también ex director del Instituto de Medicina Preventiva, hizo un llamado a la sociedad chiapaneca en general a no alarmarse por este tipo de cuestiones “amarillistas o sensacionalistas” de algunos medios de comunicación, principalmente la televisión.

Por otra parte, reitero la nula cultura de donación en el país y que ello se ve reflejado en las cifras de pacientes de espera de trasplante de algún órgano. En México, detalló hay una lista de 25 mil personas por un riñón; 20 mil por un hígado y otras 10 mil por un corazón. En este sentido, lamentó la ausencia de una estrategia de difusión entre la población para inculcar la cultura de donación, toda vez que lo llevado a cabo hasta la fecha no ha dado los resultados deseados y muestra de ello es la lista antes mencionada.

O en su caso, abundó, legislar en la materia y puso como ejemplo el caso de Estados Unidos, país en donde cuando algún paciente queda en estado de coma o vegetativo, aún sin el consentimiento de los familiares, las autoridades medicas llevan a cabo el trasplante de algún órgano que pueda servir para salvar una vida.