Si un día de estos requiere cargar gasolina no se le ocurra hacerlo en la gasolinera denominada “Lib sur”, ubicada precisamente en el libramiento sur oriente, a escasos metros de un restaurante de mariscos ya que resultara timado, pues aun que la bomba marque ceros y se marque la cantidad solicitada, su medidor de gasolina podría no moverse ni un ápice de cómo estaba antes de cargar.
Eso fue precisamente lo que le ocurrió a don Cesar Álvarez Pozo, quien el pasado 1 de octubre a las 18:39 horas acudió a esa gasolinera y pidió al despachador 200 pesos de combustible. El afectado narra que debido a las prisas por llevar de emergencia a su menor nieta al hospital pediátrico no se constato de que la bomba en que le despacharon únicamente le suministro puro aire.
Dijo que horas después cuando quedo tirado su vehículo se constato de ello por lo que acudió a dicho expendio a reclamar, sin embargo ya no encontró al despachador, por lo que al acudir con el gerente este negó tal afectación. “Hágale como quiera, quéjese con quien quiera” fue la respuesta que tuvo de forma prepotente por parte del encargado.
El empleado, dijo, se limitó a decir que la bomba estaba en ceros. Recordó que ya en una ocasión anterior sucedió lo mismo, sin embargo, en esa ocasión se percato ya que al darse cuenta indico al despachador lo ocurrido y logro la devolución de su dinero. Pero en esta ocasión las cosas fueron diferentes por lo que al no tener respuesta de lo que califica de “atraco” denunció este hecho a la redacción del Diario de Chiapas.
Y es que para nadie es un secreto que varios dueños de vehículos de la capital se quejan de que se sienten estafados al momento de adquirir el combustible en ciertas estaciones gasolineras, ya que en muchas ocasiones no les surten la cantidad conforme a lo que pagaron.
La principal denuncia es que no coincide la cantidad de combustible que pagan con la cantidad que reciben por la mala calibración de las bombas que no contemplan el litro completo. También aseguran que han llenado el tanque para viajar afuera de la ciudad y sorpresivamente se quedan sin combustible a medio camino.
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