José Manuel Blanco Urbina, presidente de la Asociación de Abogados Chiapas, consideró que es bueno que se voltee la mirada hacia los hermanos chiapanecos que han migrado hacia los Estados Unidos, aunque lamento que nadie sepa ciencia exacta, cuantos son y en donde están, sin olvidar “a los que se han quedado en el camino”.
En este sentido, criticó a algunos organismos o “federaciones” de chiapanecos en Estados Unidos que dicen representar a los paisanos en aquella nación, por lo que calificó a estos de farsa por no contener información real respecto a este fenómeno.
Al referirse a la representación que ahora estos tienen en el Congreso local a través de la diputa Rosbita López Aquino, confió ahora estos si estén representados, aunque al mismo tiempo cuestionó la representatividad que ésta pueda tener debido al poco número de chiapanecos que votaron por ella en Estados Unidos, razón por la cual esta diputación podría legitimidad.
Por otra parte, manifestó que esta legisladora en verdad conozca las cifras reales de los chiapanecos en Estados Unidos pues hasta el momento ninguna instancia gubernamental o no gubernamental tiene un registro cierto respeto a esta situación, razón por la cual cuestionó el hecho de que se creen federaciones o agrupaciones de chiapanecos en el exterior sin conocer a fondo este fenómeno, “ojalá que la persona que dice ser representante de los migrantes chiapanecos en el Congreso local sepa de la materia”, abundó.
En su opinión mientras en Estados Unidos no existan leyes migratorias justas los migrantes chiapanecos y mexicanos en general seguirán abusados y violentados en sus derechos y que en este caso la simulación de una diputación no les ayuda en nada.
Por ello, confió en que la legisladora López Aquino en verdad asuma su compromiso con los migrantes chiapanecos que han tenido que abandonar la entidad por una necesidad, porque dijo, nadie lo hace por gusto.
La migración de chiapanecos a Estados Unidos es un fenómeno que ha cobrado gran fuerza y está transformando las dinámicas locales en casi todos los municipios del estado de Chiapas. Aunque algunas fuentes registran la presencia de chiapanecos en Estados Unidos desde 1925, hasta finales de la década de los ochenta, estos desplazamientos fueron tan reducidos que pasaron prácticamente inadvertidos y no tuvieron consecuencias significativas para el estado. No fue sino hasta los años noventa cuando la migración chiapaneca se volvió visible; sin embargo, sería en la década de 2000 cuando el fenómeno se generalizaría por todo el estado y se volvería masivo.
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