Silvano Bautista Ibarias.
La Central Campesina Cardenista denunció la disparidad del mercado agroalimentario en el país, el cual ha generado multimillonarias ganancias a agroempresas nacionales y transnacionales que son las mayores beneficiarías del presupuesto del campo, y por el otro lado ha producido generaciones de migrantes, y alzas injustificadas en precios en perjuicio del consumidor, además de un ambiente de violencia y guerra civil en las comunidades.
Max Agustín Correa Hernández, secretario general de la CCC, dijo que una prueba de ello, es que el precio del limón en algunos lugares hasta a más de 60 pesos el kilo mientras al productor se le paga a 15 pesos, la crisis de los alimentos en el país sigue afectando los precios del frijol, el café, la caña de azúcar, la manzana y el maíz, esto por las equivocadas decisiones de política pública y tratados comerciales que no benefician ni al productor ni al consumidor.
Afirmó que la reforma del campo necesita reconocer la importancia de la agricultura familiar, así como orientar el presupuesto a su fortalecimiento organizativo.
Señaló además, que la reforma del campo ha sido impulsada por las organizaciones con la finalidad de corregir los errores y el abandono en el que sumergió al campo desde 1992 año donde se selló la política pública que ha frenado el desarrollo del sector campesino y que en este sentido, la Central Campesina Cardenista está preparada para la discusión de la Reforma del Campo.
Comentó que el discurso y el eje fundamental de la Reforma del campo no debe ser la productividad, la cual sin duda es importante, sin embargo el eje debe ser el poder cumplir con el derecho a la alimentación de los mexicanos.
Por ello, el dirigente de la CCC extendió la invitación a la directora de la FAO para que acompañe y asesore a la Central Campesina Cardenista en el proceso de la Reforma del Campo a lo cual Nuria Urquía acepto.
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