lunes, 10 de noviembre de 2014

Palabras Claras. (Columna). La llamada de Gobernación. Rector contribye a la gobernabilidad.

Silvano Bautista Ibarias.

La llamada vino de la Secretaría de Gobernación y la petición fue clara y contundente. No nos manden estudiantes normalistas a la capital del país. Con ello, es claro que la federación está tratando por todos los flancos de apagar las llamaradas que por todos lados del país están surgiendo a raíz de los lamentables acontecimientos de Ayotzinapa.

Y es que Gobernación, a través de su aparato de inteligencia, el Cisen, sabe perfectamente que en pasados movimientos del magisterio desde las esferas del poder se financió la salida de decenas de autobuses llevando a cientos de maestros al Distrito Federal cuando se dio el punto álgido de las acciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y su lucha en contra de la Reforma Educativa.

Por eso ahora, en este contexto vino la llamada de Bucareli para que en el caso de Chiapas los estudiantes normalistas sean atendidos en sus peticiones, principalmente los de la Escuela Normal Rural Mactumactza. Sin embargo, si bien estos se han mostrado solidarios con sus compañeros de Ayotzinapa y han realizado acciones de protesta como marchas, manifestaciones, colocación de mantas y voteos, saben que la situación por la que estos atraviesan es totalmente diferente a la de otros estados.

Para la federación, a través de la Secretaría de Educación Pública, la Mactumactza sigue siendo un internado, tiene ese estatus. Si bien Pablo Salazar desapareció el internado, el recurso que se manda a Chiapas viene etiquetado en ese rubro. Son 2 mil pesos de la federación que cada normalista recibe de manera puntual cada mes, más 800 pesos que el gobierno del estado aporta. Es decir, 2 mil 800 pesos con lo que cubren sus necesidades.

Otro aspecto más, es que si uno se da una vuelta por la Mactumactzá, claramente se pueden apreciar tendederos, muestra clara de que sigue siendo utilizada como internado.


Por ello, los normalistas de esta escuela están conscientes de que sus condiciones son totalmente diferentes a otras normales. Quizá por eso sus acciones no se han radicalizado, quizá por ello la llamada de Gobernación fue solamente para reforzar la nula probabilidad de que los estudiantes suban de nivel sus acciones.

En el caso de las otras universidades, sus alumnos están metidos en una dinámica totalmente diferente. Quizá por la formación y el contexto diferente en que ambas partes se desarrollan los normalistas de Mactumactza no tuvieron eco en sus peticiones de respaldo a universitarios de la UNACH y la Unicach. Estos últimos están preocupados y ocupados en programas de postgrados, tramitando becas, gestionando cursos y diplomados en el extranjero, haciendo una tesis y otras acciones que le aseguren un futuro a la hora de egresar.

Valls contribuye a la gobernabilidad…

Cuando los ánimos parecían caldearse al interior de la Universidad Autónoma de Chiapas, su rector Jaime Valls Esponda, dio muestra de congruencia y ánimos de contribuir con su aportación a generar un clima de gobernabilidad y estabilidad en la llamada “máxima casa de estudios” de la entidad.
Aún cuando catedráticos con un supuesto perfil democrático llevaron a cabo fallidas huelgas de hambre, con un tinte más de protagonismo, éste anunció en una carta abierta a la comunidad universitaria que no buscaría su reelección y que su gestión concluye el próximo 3 de diciembre.
La determinación del rector deja sin argumentos a todos aquellos que se rasgaron las vestiduras por la supuesta reelección. Qué argumentos darán ahora. Saldrán a las calles a protestar.
A cuatro años de su llegada a la rectoría, los resultados del paso de Valls están a la vista, hoy en día la UNACH tiene mayor calidad, equidad, cobertura y desarrollo, con una mejor infraestructura física, dos estancias infantiles para hijos de estudiantes, un Centro de Congresos y Convenciones, una Ciudad Universitaria, un magno auditorio, la librería del Fondo de Cultura Económica, infraestructura deportiva, nuevos edificios en todos los Campus Universitarios, la Internacionalización de sus programas académicos, un ambicioso programa de movilidad, el incremento en el número de investigadores miembros del Sistema Nacional de Investigadores, manteniendo el liderazgo en Chiapas de los programas de posgrado pertenecientes al Programa Nacional de Posgrados de Calidad del CONACYT, siete premios nacionales por sus acciones en materia de servicio social, entre otras.
Por todo ello, y por el bien de la universidad bien hará el próximo rector seguir por este camino de logros.







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