Silvano Bautista Ibarias.
Durante largos años, los ciudadanos interesados y preocupados en conservar los recursos naturales y la biodiversidad y también en aprovecharlos sustentablemente, vivimos en el claroscuro de la indefinición legal hasta la aparición de la Ley General de Vida Silvestre que hace mas de 10 años vino a regular la existencia de las colecciones privadas, los posesionarios de vida silvestre y los criadores.
El principal impulso se dio en la UMAS cinegéticas en los estados del norte, que al convertirse en un excelente negocio, se multiplicaron exponencialmente resultando en más de 75% de las existentes en el país. Las umas intensivas, mayoritariamente en el centro y sur del país poco a poco han ido despegando.
Sin embargo, el presupuesto destinado por los gobiernos no tuvo una dirección definida sino hasta que en el Primer Encuentro Regional de UMAS, celebrado en 2009 en Tuxtla Gutiérrez, convocado por el CCDS Núcleo Chiapas y diversos actores Institucionales y No Gubernamentales, logró motivar que la SEMARNAT encabezara un modesto esfuerzo presupuestal y se invirtieran 70 millones de pesos nacionalmente en 2010, logrando desencadenar un proceso altamente atractivo para los productores que año con año se han presentado ante esta dependencia en número creciente.
En 2011 se multiplicó el presupuesto ejerciéndose cerca de 150 millones y en este 2012 se dice que el presupuesto será mayor a los 250 millones, aun escaso para los miles de solicitantes y comparativamente, menor al presupuesto que gasta el gobierno en otros rubros algunos altamente depredadores del medio ambiente.
A través de un documento interno del Consejo Estatal de Vida Silvestre, que coordina Manuel Anzaldo Meneses, se da cuenta del origen, desarrollo y situación actual de las UMAS en Chiapas. En el texto, señalar que el esfuerzo de muchos ciudadanos interesados ene l tema se ha visto opacado por la actitud de varios funcionarios menores que sumergidos en la corrupción y el burocratismo han encontrado la forma de manipular el programa y desviarlo para sus intereses particulares.
Señala que fue el Primer encuentro de UMAS sentó las bases para que se formara el Consejo Estatal para la Vida Silvestre como principal articulador del sector, las autoridad locales han despreciado esta instancia ciudadana y han preferido promover proyectos al margen y contra este órgano consultivo, así el primer año de cerca de 30 proyectos presentados por el CEVS solo fueron apoyado 3, bombardeándolos hasta lograr la deserción de dos de ellos.
Evidentemente que aunque ha habido apoyos de otros dependencias al sector, estos han sido meramente simbólicos, SAGRAPA, Secretaria del Campo, CDI, Conafor y Sedesol.
Actualmente indica el texto, hay pendiente de solución varios proyectos afiliados al Consejo Estatal de Vida Silvestre de Chiapas, con la intención de deslegitimar su trabajo y dejar una mancha en el expediente promoviendo su exclusión en los próximos programas e invalidando su opinión nacional.
Finalmente, considera que el tema silvestre es el principal punto de apoyo de la política ambiental mexicana y este ejemplo está siendo adoptado por otros países latinoamericanos y son varios los llamados de otros gobiernos para conocer la experiencia nacional, por lo que en el caso de Mexico las UMAS deben ser apoyadas por sus autoridades.
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