Silvano Bautista Ibarias.
De acuerdo a diversas organizaciones anti mineras y conservadoras del medio ambiente, en la entidad al menos un millón de hectáreas estarían ya en manos de empresas mineras lo cual se refleja con la serie de solicitudes en la Secretaría de Economía para extraer en forma masiva los minerales.
Expertos señalan que hay infinidad de solicitudes ante notarios para hacer asociaciones civiles de expropiación minera a mano de extranjeros. La mayoría son chinos y canadienses, “a pesar de que hay impedimentos para la expedición y protocolización de las escrituras en torno a la limitación de extranjeros en las asociaciones”.
De acuerdo a las solicitudes, las empresas mineras extranjeras están muy interesadas en toda la Costa y Sierra de Chiapas, principalmente los municipios de Escuintla, Villa Comaltitlán, Mapastepec, Acacoyagua, Huixtla y Tapachula. Se dio un caso en Villa Comaltitlán donde un grupo de ejidatarios llegaron a su notaria para conformar una asociación civil, por medio de la cual quieren vender sus terrenos a una compañía minera canadiense a veinte pesos el metro cuadrado, aunque las mineras los están pagando a peso.
La minería no trae más que pobreza, y lo más grave son las afectaciones irreversibles al medio ambiente y enfermedades mortales, como el cáncer, han revelado expertos. En el caso de Chiapas, las empresas buscan barita, titanio, oro, plata y otros minerales abundantes en la región.
Si se verifica el registro público de la propiedad desde el municipio de Arriaga hasta Suchiate, por toda la Costa de Chiapas, podrán corroborar que casi todo el Soconusco ya pasó a manos de extranjeros y de personas de otros estados, revelaron.
Por ello, consideran que por todo ello los gobiernos federal y estatal entrantes deben hacer una profunda investigación para aclarar bajo qué condiciones se expidieron los permisos, pero también que se haga un estudio sobre las complicaciones en materia de salud que representan las mineras en Chiapas.
Otros más, indicaron que hay que recordar que ahora existen ciudades fantasmas que han dejado las mineras en varios Estados de la República Mexicana y las condiciones de pobreza en la que quedaron sus habitantes.
Por ello, muchos creen que con la llegada masiva de mineras en Chiapas, miles de pequeños productores y ejidatarios dejaran de ser los dueños de sus tierras cultivables y ahora tendrán la alternativa de irse del estado en busca de otro lugar para vivir o quedarse para ser empleados en lo que algún día fueron sus propias tierras.
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