Silvano Bautista Ibarias.
El Secretario general de la CIOAC, Federico Ovalle Vaquera alertó respecto a una tercera oleada de incrementos de precios internacionales de granos que repercutirá entre la población mexicana con alzas en precios en el kilogramo de tortilla, pan y frijol.
Señaló que en el 2012 el gobierno federal de Felipe Calderón ha destinado 30 mil millones de dólares para importar alimentos, 3 mil millones más que lo que asignó el año pasado para igual fin.
Por ello, mostró preocupación porque ante la eventual alza de precios de alimentos, las personas con menores ingresos destinan el 40% de su ingreso para la compra de básicos porcentaje que aumentará dado los nuevos precios.
Por su parte, José Luis Calva, docente del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM afirmó que en los últimos 30 años de aplicarse el modelo neoliberal los salarios mínimos generales perdieron su poder adquisitivo en un 71 por ciento. Los salarios de los contratos colectivos de trabajo en México perdieron el 63.5% de su poder de compra en las últimas tres décadas, agregó.
Ante esta situación y la coyuntura que se vive en el país del cambio de gobierno que recaerá en Enrique Peña Nieto, se requiere claridad y certeza para alcanzar la soberanía alimentaria”, destacó Federico Ovalle Vaquera.
Explicó las causas de la carestía alimentaria en los mercados internacionales y que son de carácter estructural y seguirán presentes en el futuro. Principalmente por la creciente demanda de alimentos y materias primas agrícolas de las economías emergentes; la producción de biocombustibles; el cambio climático; y la virulenta especulación financiera en los mercados de futuros de productos agrícolas, la conjunción de estos para configurar la tormenta perfecta en los mercados de alimentos básicos.
En ese sentido, el docente de la sostuvo que el encarecimiento de los alimentos importados se transmitió al consumidor en México, trayendo consigo un dramático incremento de la indigencia, también denominada “pobreza Alimentaria”, definida como insuficiencia de ingresos para adquirir la canasta alimentaria básica aún si se destinara el 100% del ingreso familiar exclusivamente a la compra de comida.
El especialista comentó que de acuerdo a la Comisión Nacional de Evaluación de la Política Social el número de mexicanos en pobreza alimentaria pasó de poco más de 14.7 millones de personas en 2006 a más de 20 millones de personas residentes en el mismo país donde vive el hombres más rico del mundo.
Para un país en desarrollo como México, la soberanía alimentaria es todavía más relevante y debe rescatarse como objetivo estratégico: “la seguridad alimentaria de los mexicanos no debe dejarse a la deriva de la mano invisible del mercado global”.
El dirigente de la CIOAC dijo que hay una creciente duda en el ámbito campesino respecto a la política que aplicará el gobierno que encabezará Enrique Peña Nieto el 1 de diciembre próximo, porque de continuar marginando al sector social se condenará al país a la total dependencia alimentaria exterior y con ello el caudal de problemas que conlleva.
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