domingo, 6 de mayo de 2012

EXHORTACION PASTORAL DE LOS OBISPOS DE CHIAPAS SOBRE EL PROCESO ELECTORAL

En la alegría que nos da la resurrección de Cristo, nuestro Salvador, les saludamos con grande afecto y respeto. Comunicado...
Desde hace algunos meses, la atención de la sociedad ha estado dirigida al proceso electoral que estamos viviendo. En este proceso, no podemos dejar de mirar los problemas más graves del país, como la pobreza, la violencia, la inseguridad, la falta de trabajo y de escuela, sino que hemos de analizar qué candidatos garantizan soluciones verdaderas, que no queden en promesas y en publicidad electoral. El momento que vivimos en nuestra Patria hace urgente que este tiempo sea generador de esperanza. Para que lo sea, todos hemos de contribuir a ello. Como obispos, no debemos hacernos a un lado, ni hacer campaña a favor de una opción partidista, sino sólo ofrecer criterios para la formación de las conciencias, de acuerdo con la luz de la Palabra de Dios, para que los ciudadanos decidan lo que sea más conforme a su fe. Con esta intención, ofrecemos esta palabra: 1. Los Partidos Políticos están en proceso de definir sus candidatos a presidentes municipales. Esperamos escojan a aquellos que, desde su experiencia en el servicio político y desde su militancia, sean los más adecuados para prestar el servicio de autoridad al municipio. No sea el criterio fundamental proponer sólo a quien tiene más posibilidades de ganar, pues la popularidad no es garantía de buen servicio. 2. Los candidatos son actores decisivos para hacer resurgir la esperanza en los ciudadanos. Mucho ayudaría señalar honestamente y con claridad los logros reales que esos candidatos han obtenido en su gestión pública, sus objetivos y sus propuestas, así como presentar las carencias y necesidades que se han de enfrentar. De otra forma es imposible progresar. 3. Mirar a los otros candidatos y referirse a ellos como personas dignas de todo respeto, empeñados también en construir el bien común, aunque con una propuesta un poco o un mucho diferente. Hemos de ser capaces de escuchar y dialogar con quienes piensan distinto a nosotros. 4. Prometer sólo aquello que humanamente están seguros de poder cumplir. 5. No comprometerse económicamente con empresas o particulares y ceñirse al presupuesto electoral, pues de otra manera su servicio de autoridad estaría muy condicionado. Muchos recursos se verían injustamente empleados en pagar deudas, o tendrían que hacer concesiones desventajosas para la sociedad. Rechazar cualquier oferta o condicionamiento que venga del narcotráfico y de redes ilícitas. 6. Asegurar a los ciudadanos que, Dios mediante, concluirán el servicio para el cual sean electos; que no está en su mente ver este servicio como un peldaño para ascender a otro puesto, sino servir con lealtad y entrega a la comunidad, sin otros intereses. 7. Los ciudadanos somos los principales actores, tanto en el proceso como en la jornada electoral. Es tiempo de conocer a los candidatos, para asegurarnos que sean personas confiables, transparentes, firmes en no dejarse corromper. Que conozcan las necesidades de las gentes y sean sensibles a la situación de los más necesitados, de modo que nos den la seguridad de que, con sentido de justicia, lucharán contra la pobreza, la desigualdad, la inseguridad, la violencia, la fragmentación social. Que sean personas suficientemente capaces, pues no son las mismas las capacidades que se requieren para una función administrativa que para una función legislativa. No basta la buena voluntad. 8. Para conocer la persona del candidato, hemos de escuchar con atención sus propuestas, reflexionar en el México que deseamos construir, y así darnos cuenta qué persona y qué propuestas están acordes con el México en que cada uno quisiera vivir, para hacerlo de manera digna, acorde con la dignidad de la persona humana y con nuestra concepción cristiana del derecho a la vida, de la familia, de la libertad religiosa, de la educación, del progreso integral, de los valores morales. 9. Tengamos ya apartado el domingo 1 de Julio para ir a votar. Es una obligación que tenemos, como ciudadanos, de contribuir al bien de todos, expresando nuestro modo de ver la realidad. Si no vamos, entonces la decisión queda en manos de unos pocos y quien resulta electo no se siente con el respaldo suficiente para realizar su servicio. Hemos de emitir nuestro voto con entera libertad y con informada responsabilidad, para luego cuidar que quien resulte electo cumpla sus promesas de campaña. 10. Nadie consienta que le compren su voto o lo presionen a hacerlo en una determinada línea. Esto acaba con la democracia. Para ayudar a esta libertad y responsabilidad ciudadana, el voto se emite en secreto. 11. Hemos de seguir construyendo la vida democrática en nuestro modo diario de vivir, buscando tener aquellas actitudes que son fundamentales para la democracia. Entre ellas: no hacer prevalecer intereses personales o de grupo sobre el bien común, pues todos hemos visto que esto degrada la democracia. No justificar el uso de cualquier medio para alcanzar nuestros objetivos, pues hay medios lícitos y hay medios ilícitos; usar cualquier medio para alcanzar lo que nos interesa, lleva al delito y a la corrupción. No considerar la actividad política como algo sucio, pues es un servicio muy importante a la sociedad. Por ello causan tanto daño quienes están en el servicio público cuando no hacen honor a su misión en la sociedad. Pidamos la intercesión de la Santísima Virgen María de Guadalupe, para construir juntos la esperanza y seguir construyendo nuestra Patria por caminos de justicia y de paz. 6 de mayo de 2012 + Rogelio Cabrera López + Leopoldo González González Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez Obispo de Tapachula + Felipe Arizmendi Esquivel + Enrique Díaz Díaz Obispo de San Cristóbal de Las Casas Obispo Auxiliar San Cristóbal de Las Casas + José Luis Mendoza Corzo Obispo Auxiliar de Tuxtla Gutiérrez

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