A semejanza del Distrito Federal, ante la insostenible situación
Silvano Bautista Ibarias.
Propietarios de comercios de Tuxtla Gutiérrez reiteraron la urgente necesidad de oxigenar sus establecimientos, que están siendo asfixiados por el plantón de maestros que ya se prolongó por espacio de dos meses.
La señora Delfina Reyes manifestó su profunda preocupación pues desde hace dos meses están prácticamente encerrados y ha visto cómo su negocio, con 35 años de antigüedad, se va desmoronando poco a poco y con él los sacrificios que por tantos años le han dedicado ella y su familia.
“Da angustia, tristeza y preocupación porque de los seis empleados que tenía ya tuve que despedir a cuatro pues no es posible seguir sosteniendo la situación y lo peor es que ya estoy a punto de cerrar por falta de ventas y deudas que van aumentando”, sostuvo.
Agregó que han hablado con los plantonistas para que les den la oportunidad de subsistir con su negocio, “que se solidaricen con nosotros, somos padres de familia, somos tuxtlecos y creo que no nos merecemos un comportamiento así de parte de ellos”.
Por eso dijo ver con muy buenos ojos la propuesta que se ha hecho en el Distrito Federal en el sentido de compactar el plantón, “porque se trata de un plantón de carpas vacías, donde el 90 por ciento de ellas están desocupadas y a causa de esto muchas personas no pueden ni tener acceso libre a su propia casa, por eso aquí en Tuxtla sería una buena idea como lo están haciendo en el D.F.”.
“Ya estamos cansados, hartos, tengo sobrinos maestros y entendemos su manifestación, pero ellos no entienden nuestra situación, la gente tiene que trabajar, por eso les pedimos que nos hagan el favor de compactarse y concentrarse en el parque central, porque esta situación ya nos tiene estresados, tensos y estamos insoportables hasta en nuestra vida diaria”, sostuvo.
En ese sentido reiteró el llamado a los paristas para que, incluso en un acto de compasión y en correspondencia con la solidaridad que los comerciantes les manifestaron al principio de su movimiento, cuando no se opusieron a que se instalaran en las calles, accedan a reducir sustancialmente el área que mantienen bloqueada, “pues paralelamente nosotros como comerciantes ya nos hemos comenzado a organizar”.
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