Ser educadora es un arte, una profesión y una vocación. Un arte porque cada grupo, cada niño, necesita una variación, un ajuste y una atención personal, que exige sensibilidad, flexibilidad y originalidad, reconoció Julio Cesar León Campuzano, secretario general de la Sección 40 del SNTE.
Dijo que esta, es una profesión porque exige conocer a los niños y poseer, además de amplios y variados conocimientos, muchas estrategias y metodologías con una clara visión de mundo y su rol como maestro.
Pero más allá de esto, tiene que tener la vocación necesaria para visualizar que su trabajo es contribuir a la formación de pequeños seres humanos que deben enfrentar sus propios retos y aprendizajes, que llegan a la escuela con su alma, corazón, mente y espíritu dispuesto a ser lo mejor. De cada educadora depende, cuánto avanza y cuándo aprende cada niño en todos los aspectos de su desarrollo: físico, intelectual y socioemocional. Ser educadora implica mucha inteligencia, tolerancia y respeto, agregó.
Durante un acto con motivo al “Día de la Educadora”, señaló que no se puede soslayar el importante e insustituible papel de las compañeras educadoras cuando se aprecia el trabajo paciente y fecundo que realizan en el día a día, lo mismo en el aula, que en el área de juegos y cantos y en todos los espacios disponibles del jardín de niños.
Ahí, aseguró que por ello, de manera conjunta la Sección 40 del SNTE y el Congreso del Estado reconocen la labor que las educadoras desarrollan con entusiasmo y dedicación a lo largo de toda la geografía chiapaneca.
Por otra parte, reiteró que la Sección 40 es una organización sindical que tiene el deber de asumir la defensa de los derechos de los trabajadores pero también el alto compromiso social de pugnar por el respeto de la escuela pública y empeñamos nuestra palabra de seguir en esa tarea porque entendemos que “educar es el camino”, ahora con la calidad que legalmente corresponde.
León Campuzano recordó que se ha modificado la Ley de Educación del Estado de Chiapas en armonía con las leyes federales, por lo que reconoció la voluntad y sensibilidad política del Ejecutivo del estado y del Congreso Local por haber recibido y escuchado nuestras propuestas, por interpretar la preocupación del magisterio chiapaneco y haber construido un instrumento jurídico donde están plenamente salvaguardados nuestros derechos como maestros estatales y tener la certeza legal de garantizar nuestras conquistas sindicales.
En el evento, compartió la expresión de una educadora que con singular orgullo dice: “Ser educadora le ha dado magia a mi vida, me llena profundamente, me ha enseñado a ser mejor persona, mejor madre y a reinventarme día con día. Creo que el estar con esos pequeñines cada día me motiva a estar viva y a superarme”.
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