miércoles, 6 de agosto de 2014

Fondo Mexicano del Petróleo, lejos de las expectativas: Zoé Robledo.

*El Senador de Chiapas insistió que hacer una reforma tan importante como la energética y no dotarla de contenido social explícito sólo muestra las verdaderas intenciones de hacerla: los negocios

Redacción

Al poner como ejemplo el fondo petrolero de la República Federativa de Brasil, publicadas en el Diario Oficial de la Unión en septiembre de 2013 y diciembre de 2010, respectivamente, el Senador de Chiapas, Zoé Robledo, demostró que es posible y útil un mecanismo de vinculación social respecto a la renta petrolera.

“La fórmula en la que hemos insistido en el PRD es ésta, la de establecer un objetivo claro de la reforma energética y un objetivo claro que beneficie a los mexicanos.”

Explicó que es muy distinto decir que con las ganancias petroleras se va a combatir la pobreza y la desigual; que se va a impulsar decididamente la educación, la salud, la cultura, el medio ambiente y prepararnos para el cambio climático haciendo un compromiso firme y establecido en la ley, que decir que se busca reducir importaciones de gasolina y de gas o prometer empleos, crecimiento económico y no dejar constancia de ello en la ley.

“El compromiso social es una visión de Estado, las promesas son sólo eso, palabras, cálculos y buenas intenciones de una administración con fecha de caducidad establecida.”

El legislador chiapaneco afirmó que el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo es sólo una tesorería, un instrumento para la contabilidad, pero su diseño está vinculado a otros valores: a servir como un garante de las finanzas del gobierno federal; es un instrumento a favor del gobierno, no a favor de la sociedad.

“Muchos hablaron de que la experiencia brasileña era una fuente de inspiración para la reforma mexicana. Que Petrobras era un ejemplo a seguir. Se nota que solo hicieron su tarea a medias, pues se les olvidó u omitieron intencionalmente incorporar mecanismos como el Fondo Social brasileño a nuestra legislación.”

Insistió en que hacer una reforma tan importante como la energética y no dotarla de contenido social explícito sólo muestra las verdaderas intenciones de hacerla: los negocios, el beneficio privado y, si algo queda, el manejo centralizado de las ganancias para fortalecer no a una sociedad ni a un pueblo, sino a un gobierno.

“Quienes apoyan esta reforma desde el PRI y el PAN es muy probable que no puedan responder la pregunta de ¿Reforma energética para qué? Pero con toda la legislación sí están diciendo claramente para que NO es esta reforma: no es para combatir la pobreza, ni la desigualdad, ni para dar una batalla nacional a favor de la salud o la educación; simplemente es una reforma carente de corazón social en donde a quienes dicen servir, se les coloca en un lugar de olvido.”

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