martes, 7 de octubre de 2014

Diputada local del PRD pide auditoria para alcalde de Tuxtla Gutiérrez.

Comunicado...



El pasado 25 de Septiembre de 2014, el Presidente Municipal de Tuxtla Gutiérrez Samuel Toledo rindió su segundo informe de gobierno. Quiero referir que este “acto republicano” costó a las y los Tuxtlecos más ochocientos mil pesos, solo para el tema de “operación”, sin considerar la promoción o publicidad a dicho evento: gallardetes, pendones, bardas, spots, etc.; todo lo que conlleva, lo que puede ser considerado basura publicitaria, su costo elevado fue absorbido con dinero público.

Es lamentable que las y los Tuxtlecos hayamos tenido que pagar para ser engañados, para ser mentidos en cuanto a supuestos avances que únicamente están en el discurso vacío, y que no tiene nada que ver con la realidad que vivimos día a día las y los Tuxtlecos, incluidos quienes vienen a trabajar desde sus hogares y se encuentran las calles en estado deplorable.

Este informe se da en un momento sumamente complicado para la ciudad, como ustedes saben, Tuxtla Gutiérrez tiene una deuda pública de cerca de 900 millones de pesos. Los Tuxtlecos seguimos sin tener claridad a donde fue a parar ese millonario recurso, y mucho menos conocemos cuales han sido las obras que significaron ese gasto inaceptable. Desconocemos también que cantidad se ha amortizado al día de hoy, como suerte principal e intereses. Esas son cifras que están “bajo cerrojo”.

El presidente municipal, en su artificial informe de actividades resaltó la construcción de vialidades para la ciudad.

Antes de abordar esta temática quiero preguntarles:
¿Para qué sirve un plan de obra?
Para determinar tiempos de ejecución, para prever situaciones y programar la obra a corto, mediano y largo plazo. En dicho plan se establece el cumplimiento en términos de lo presupuestado y de la calidad del trabajo.
No hacerlo así, o no velar por el cumplimiento de éstas premisas, genera lentitud en la construcción de éstas, o se construye con mala calidad. Ello conlleva a generar múltiples molestias a la ciudadanía, como el caos vial, inundación de casas, desborde de coladeras de aguas negras y pestilentes que pueden generar enfermedades respiratorias o epidérmicas, entre muchas más.

Quiero dejar muy en claro lo siguiente:
Las obras públicas son fundamentales para elevar la calidad de vida de las personas, generan progreso y desarrollo económico. Las obras que se realizan en Chiapas y en específico en Tuxtla Gutiérrez de pavimentación, red hidráulica y drenaje, son necesarias para modernizar la ciudad y responden a una exigencia ciudadana. De ello, no hay discusión.

Sin embargo, la realización de éstas no debe ni pueden ser en detrimento del patrimonio de las familias, o más aún, de la salud física y emocional de las y los Tuxtlec@s, como está sucediendo en diversas colonias de ésta capital, los libramientos norte y sur, así como en el boulevard Belisario Domínguez.

Hoy, Tuxtla Gutiérrez está sufriendo los embates de una planeación de escritorio, destruida en varias de sus arterias, colapsando la paciencia de los que usan vehículo particular y de quienes se movilizan por transporte público, muchos negocios están siendo llevados a la quiebra o sus ventas en descenso; y para variar, no se previno lo que acontece todos los años, las lluvias, que generan retrasos considerables en la terminación de las obras o pérdidas económicas que sin ninguna duda impactan directamente en la calidad de los trabajos.

Estas obras, en lugar de incentivar la economía como se había dicho, están acabando con el esfuerzo de muchas y muchos tuxtlecos que viven de un negocio propio. Por lo que hace a los constructores locales, solo han visto la proliferación de empresas de otras Entidades que se adjudican en su gran mayoría la obra pública.

Quienes en otro tiempo gritaban a los 4 vientos por la falta de obra para las empresas constructoras chiapanecas, hoy son los artífices de una maraña de complicidades con las empresas fuereñas.

El presidente municipal, no ve ni oye, ésta situación. Él “está en lo suyo”, mientras Tuxtla continúa ahorcada, asfixiada.

Desde ésta tribuna exijo al presidente Municipal de Tuxtla para que en el ámbito de su respectiva competencia, atienda la problemática de quienes padecen día a día las aguas pestilentes fuera o dentro de sus casas, a los comerciantes afectados por esos retrasos en la conclusión de las obras, de los automovilistas que han sido averiados sus vehículos por zanjas abiertas sin señalización. ¡agilicen la terminación de las obras¡ ¡asuman su responsabilidad¡ Tuxtla no puede ser rehén de la improvisación y mucho menos de la parquedad sospechosa de unos cuantos.
No tenemos los Tuxtlecos un presidente que sea capaz de elevar la exigencia Tuxtleca, y pedir la agilización de obras, no tenemos un presidente que sea transformador de la realidad de nuestro municipio, sino que su visión es meramente administradora, bajo el régimen de complicidad ya conocido por muchos.

Qué lástima que el voto “comprado” haya generado esta situación. Que caro nos está saliendo a las y los tuxtlecos recibir la torta y el refresco, la playera y la gorra a cambio de 3 años de improvisación, despilfarro, corrupción. Ojalá que el voto comprado no siga definiendo el futuro de ésta ciudad.

Es un descaro decir que se ha avanzado en materia de seguridad pública, cuando es de todos sabido los altos índices de delincuencia, robo a transeúnte, robo a casa habitación.

Nos pronunciamos para que el ayuntamiento capitalino coordine sus esfuerzos con las dependencias de gobierno estatal y federal para evitar actos que atenten contra la vida, integridad física y patrimonio de las y los Tuxtlecos.

Señor presidente: En donde están los 1568 millones de pesos que recibió este Ayuntamiento para este año fiscal?!

Le pregunto también, si los más ochocientos mil pesos que malgastó en su imagen no pudieron haber servido para comprar luminarias, apoyar a los comerciantes o atender problemáticas de SMAPA?!

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