martes, 28 de octubre de 2014

No! Desaparecer a las policías municipales.

Raúl Eduardo Bonifaz M.
¿Llegó la hora de terminar con la Policía Municipal Preventiva? No lo creo, se deben fortalecer estos cuerpos policíacos poco respetados, desvalorados, sin “mística” ni liderazgos, vulnerables, con carencias en armamento y equipo, mal preparados y peor pagados; al contrario esta corporación debe continuar en cada Municipio de México.

Mientras aquí se propone la supresión de la Policía Municipal Preventiva, en el mundo se acepta y recomienda hacer lo contrario, o sea, empoderar a la autoridad más próxima al ciudadano. Afirman investigadores y expertos en seguridad pública de muchos países que invertir en capacidades municipales por la seguridad es prioritario, dado que ahí están las autoridades más cercanas al pueblo y los delitos a enfrentar ocurren en los hogares, los vecindarios, el trabajo, en las calles.

Algunos argumentos que se manejan para desaparecer a la Policía Municipal son: debilidad institucional, desconfianza ciudadana, su déficit de profesionalismo, bajo nivel de escolaridad, mayores de edad, dispersión, vulnerables a la corrupción y acecho del crimen organizado. El asunto no es tan sencillo y por la importancia que hoy reviste, este tema tiene que llevarnos a la reflexión seria, a un debate intenso y productivo respecto a su deterioro, abandono y olvido institucional y, a restablecer la relación de las policías con la sociedad.

Es muy difícil que las policías municipales puedan hacer frente a las mafias y los grupos armados ilegales con salarios insuficientes, maltratados por sus superiores, con escasos presupuestos, con inestabilidad laboral –cada tres años les cambian de jefe-, poco respetadas por las autoridades y sociedad, con bajo perfil profesional y que para lograr ascensos y desarrollar una carrera pesan más el amiguísmo o las recomendaciones. Como es posible que le pidamos a una persona que arriesgue su vida sin darle la protección mínima, es decir, entrenamiento, seguro médico y de vida, vivienda, educación para sus hijos.

No está a discusión el gran esfuerzo que México ha dedicado a la profesionalización de las fuerzas del orden en el nivel federal, estatal y municipal; sí hay avances importantes en materia policial, sin duda, pero queda mucho por hacer en los 2240 municipios del país, en donde se encuentran 188 mil 594 localidades con menos de 2500 habitantes.

De ahí la importancia de aplicar los criterios del Plan Nacional de Seguridad Pública para su regulación y profesionalización, más que plantear su desaparición, que sería ir en contra de la tendencia de una cada vez mayor autonomía municipal.

La solución fácil es desaparecerlas y el reto mayor es profesionalizar a las policías municipales, cuyos integrantes deben pasar exámenes de confianza, ser capacitados y equipados adecuadamente, evaluados constantemente y remunerados debidamente. Las corporaciones municipales son las que agrupan al mayor número de elementos en el país y, curiosamente, las que menos capacitación reciben; son las que enfrentan el mayor número de deficiencias, pero las que tienen el mayor contacto con la ciudadanía cada día.

De acuerdo con datos del INEGI, durante 2009 la Policía Federal captó un total de 44 044 reportes, y en el caso de las corporaciones de la Policía Estatal los presuntos delitos del fuero común registrados asciende a 92 777. Es notable la diferencia de cifras con la Policía Municipal y los datos del año 2008, indican que de un total de un millón 841 080 intervenciones reportadas por los cuerpos de Seguridad Pública Municipales, un millón 240 872 fueron notificados al Juez Calificador por infracciones administrativas, al Ministerio Público de su Estado notificaron 363 986 presuntos delitos y en el mismo periodo se notificaron al Ministerio Público Federal 25 152 presuntos delitos.

En un país como México, en donde la mitad de los delitos comienza por conflictos entre vecinos, familiares o compañeros de trabajo, es muy importante una policía de proximidad como lo es la municipal y no miremos como un sueño o una utopía a la policía de la comunidad. Es una alternativa que está dando resultados en muchos países para prevenir, controlar y reducir la incidencia criminal. En mi opinión, no creo conveniente desaparecer los cuerpos policiales en los municipios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario