domingo, 26 de octubre de 2014

Palabras claras. (columna). El reto de César en el PRD.

Silvano Bautista Ibarias.

El principal reto que tiene ahora el nuevo presidente del PRD en Chiapas, Cesar Espinosa Morales, va más allá de hacer que este partido presente cuentas claras y ganadoras en las próximas elecciones del 2015, va más allá de ganar diputaciones federales, locales y presidencias municipales.

Va más allá de hacer que todas las llamadas “tribus o corrientes” al interior del PRD sean capaces de caminar de manera civilizada, lo que se ve poco difícil si se toma en consideración el escenario de golpes, patadas, portazos y demás desmanes que se dieron en el Consejo Estatal del pasado sábado.

Y es que sin duda alguna el principal reto de César Espinosa Morales es quitarse el estigma que le precedió a su llegada y que le persiguió durante los meses previos en los que se dio todo el proceso interno del PRD, el de ser un candidato “oficial” de palacio de gobierno impulsado, a decir de los propios perredistas por el secretario general de gobierno Eduardo Ramírez Aguilar.

Tiene que ser capaz de convencer a los propios militantes de su partido de que no lo es, cosa que se ve difícil. Tiene que convencer a la propia militancia de que en verdad tiene el deseo y el ánimo de hacer del PRD un partido de izquierda, rescatarlo de ser una franquicia del gobierno en turno como ocurrió con el pasado gobierno de Juan Sabines cuando a la dirigencia del mismo llegaron personajes priístas como Alejandro Gamboa, José Ángel Córdoba Toledo que nunca en su vida militaron en la izquierda y sin embargo fueron impuestos desde las esferas gubernamentales.

Es joven y su llegada a la presidencia del PRD viene a darle una bocana de aire fresco a ese partido que se ha ido avejentando en la visión de una supuesta izquierda radical, pero que en los últimos años ha ido dando un giro para ser un satélite más del gobernante en turno el cual es manejado a su antojo. Precisamente, en su juventud estriba el reto de demostrar que quiere hacer las cosas de manera correcta, de hacer del PRD un partido independiente, que sea capaz en el 2015 de postular a los mejores hombres y mujeres para ganar las elecciones.

Sin embargo, estos tendrán que estar plenamente con los principios que dieron origen al PRD y no candidatos allegados, afines a la autoridad.

Tendrá que también mostrar mucha habilidad e inteligencia, no vaya a ser que en una de esas esté “durmiendo con el enemigo”, que lo vaya a tener en casa en la figura de su secretario general José Antonio Vázquez Hernández. Hay que recordar que quien traiciona una vez, traiciona siempre.

Hay que recordar que éste último, conocido entre la militancia perredista como “el camarón” traicionó al frente en defensa del PRD que varios perredistas, encabezados por Zoe Robledo, conformaron en su contra, pero finalmente fiel a su estilo de vendido, los traicionó y acepto el segundo cargo de importancia dentro de la estructura partidista.



Finalmente, en el caso de los desmanes ocurridos el pasado sábado en el marco de su elección, donde supuestos elementos de la policía ministerial que estarían a su servicio como golpeadores y que sacaron a patadas a consejeros contrarios a su candidatura, es algo normal dentro de los propios perredistas. Difícilmente dejarán ese estigma de revoltosos. Los propios perredistas admiten que en el pasado nadie quería rentarles un salón porque las cosas terminaban mal.

Parecen seguir aplicando aquella frase de: “para que dialogar y ponernos de acuerdo, si podemos rompernos la madre”…


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