Raúl Eduardo Bonifaz M.
La mayoría de la gente comenta que los partidos políticos gastan mucho dinero, la sociedad tiene la percepción de que son costosos aparatos burocráticos que solamente acuden a ella cuando necesitan de su voto, de ahí que tengan desconfianza.
El actuar de los partidos políticos sí importa, pues son la organización de donde surgen, hasta ahora, quienes son y serán nuestros gobernantes, encargados de la toma de las decisiones más importantes para la vida local.
Lamentablemente, los ciudadanos les siguen otorgando hoy una baja calificación: siendo actores fundamentales de la democracia, ocupan los últimos lugares en los estudios sobre confianza ciudadana.
La transparencia y rendición de cuentas es un tema de mucho interés ciudadano, y con frecuencia se pregunta ¿con qué criterios se distribuyen los recursos de los partidos entre sus diversas estructuras, comités, organizaciones o grupos? ¿Cuánto ganan? Ésta es una de las lagunas normativas que permiten márgenes de maniobra discrecionales, que no están sujetas al escrutinio público y ni siquiera al de los propios integrantes de los partidos.
Recordemos que fue el presidente Enrique Peña Nieto quien planteó la Reforma Constitucional en materia de Transparencia y Rendición de cuentas y producto de la Reforma se encuentra para su análisis en el Congreso de la Unión la Ley General de Transparencia (debe expedirse a más tardar el siete de Febrero de 2015), aquí tienen la oportunidad los legisladores de incorporar un Capítulo que regule a los partidos políticos.
No hay duda, la transparencia puede ser sinónimo de confianza, si pensamos que la gente no confía, en los partidos, ni en la política, ni en sus congresistas, luego entonces, la transparencia debe ser una buena herramienta para conseguir la confianza y credibilidad ciudadana.
Revisando la Ley General de Partidos Políticos, en ella se establece la información pública que deben tener por transparencia los partidos y sólo el PRI tiene actualizada la lista de transparencia, es el único que cuenta con un Reglamento y una Unidad de Transparencia.
Ante la presión social, los propios partidos políticos han empezado a tomar conciencia de la relevancia de su participación en la integración democrática del país y de la importancia que para esos efectos tiene la rendición de cuentas y el acceso a la información, razón por la cual han creado mecanismos para atender solicitudes de información y publicar en su página de Internet –no muy actualizada- la información relevante sobre su trabajo.
Un partido político que abre sus procesos al escrutinio, vigilancia y crítica de los demás es una organización transparente, es momento de informar, de colocar en el aparador público datos actualizados a la vista de los ciudadanos para que los interesados puedan revisar, analizar y, en su caso, usarlos como mecanismo para sancionar en el supuesto de haber anomalías en su interior.
Los procesos electorales de 2015, pondrán a prueba a los partidos políticos; antes, durante y después de las elecciones tendrán que dar respuesta a las solicitudes de información de ciudadanos interesados en conocer de sus actividades.
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