lunes, 9 de febrero de 2015

Palabras Claras. (Columna). Periodismo en México y en Chiapas.

Silvano Bautista Ibarias.


Gabriel García Márquez, afirmó que aunque se sufra como un perro, “el periodismo es el mejor oficio del mundo” y también dijo que “la ética debe acompañar siempre al periodismo como el zumbido al moscardón”.

Edmund Burke, escritor, orador y político anglo-irlandés, creó el término “Cuarto Poder” para referirse a la extraordinaria influencia que ejercía la prensa en los años previos a la Revolución Francesa. Luego, el término fue incorporado a todos los medios de comunicación.

Valgan estas referencias para ejemplificar la tremenda responsabilidad social que implica hacer periodismo. Informar con oportunidad y ética sobre la realidad de los acontecimientos que impactan a la sociedad, debiera ser el objetivo central del oficio y la misión de todos los que se dedican a la profesión.

Sin embargo en México, los altos niveles de violencia e inseguridad que prevalecen en nuestro país, así como la censura y la autocensura que se practican en muchos medios de comunicación a nivel nacional y local ponen en entredicho la garantía constitucional de la libertad de expresión que en el papel deberíamos de tener todos los mexicanos y las mexicanas.

Para muchos, con el regreso del PRI a la Presidencia de la República, no sólo no se han frenado, sino que se han acrecentado las prácticas que realizan desde hace mucho tiempo los poderes fácticos y grupos del crimen organizado para tratar de inhibir la libre propagación de las ideas a través de la prensa y otros medios de información, incluidas las redes sociales, que no escapan al escrutinio de los gobiernos estatales y federal.

Dichas acciones de intimidación incluyen los reiterados ataques perpetrados desde el comienzo del gobierno de Enrique Peña Nieto en contra de instalaciones, bienes y personas relacionadas con el ejercicio periodístico en México, que de acuerdo a la organización Freedom House contabilizan 36 casos de diversa índole contra periodistas o medios de comunicación. Ello hasta noviembre del 2014.

No es casualidad que nuestro país se encuentre ubicado como uno de los más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, situación que ha llevado a decenas de comunicadores a exiliarse en otros países a causa de la violencia extrema que amenaza el desarrollo de sus actividades.

De ninguna manera puede decirse que la libertad de expresión está plenamente garantizada en México cuando a pesar de la diversidad de herramientas de comunicación que están a disposición de todo el mundo a través de la red de internet, muchos de sus usuarios han tenido que abandonar los espacios que se han convertido en canales de denuncia pública por la falta de controles que garanticen su identidad y su integridad.

Muestra de ello es lo que sucede en Veracruz, donde el gobierno del priísta Javier Duarte. Esa entidad cobro notoriedad cuando dos tuiteros fueron encarcelados por el sólo hecho de reportar incidentes de violencia en dicho estado, o el de una joven que desde su blog reportaba noticias relacionadas con el tema del narcotráfico y que actualmente se encuentra escondida en Estados Unidos por temor a ser asesinada.

La libertad de expresión en México no significa que el presidente en turno permita a los ciudadanos hacer mofa de su persona, sino transparentar la acción gubernamental, democratizar la información que genera el gobierno en temas de relevancia nacional, desterrar los controles que se ejercen contra medios de comunicación a través de la publicidad gubernamental y erradicar las prácticas violentas que se realizan desde el anonimato para inhibir la tarea informativa de los medios de comunicación en México, acciones que el Estado mexicano debe llevar a cabo para poder hablar de un verdadero régimen de libertades.
Story Hunter hizo un pequeño documental sobre la vida de un reportero en Veracruz, ahora considerado el lugar más violento del mundo para ejercer el periodismo, según Reporteros Sin Fronteras.

No por algo en los últimos cinco años más de 10 periodistas han sido asesinados en esa entidad y su gobernador, de filiación priísta dice que no son periodistas, que son taxistas, en referencia al último, Moisés Sánchez.

Y en Chiapas…


Ahora bien, en el caso de Chiapas por fortuna no se llega al extremo de la vecina entidad, que geográficamente la tenemos a 5 horas. El periodismo en Chiapas goza de una verdadera paz y tranquilidad. Hay que reconocerlo que no falta algún alcalde, funcionario y otro que se siente con ínfulas de poder. Es cierto se han dado agresiones, quien esto escribe y otros compañeros y compañeras han sufrido el embate de diversos actores tales como el magisterio, alguno que otro alcalde mareado de poder, entre otros.

Pero, de ahí a vivir escenarios similares a los de Veracruz o Tamaulipas, en el norte del país, hay un mar de diferencia. Nada que ver, dirían los jóvenes hoy en día.

Y ha sido en este contexto donde el periodismo en Chiapas goza de una libertad de expresión total, muestra de ello es Contrapoder que publica sus contenidos informativos, que algunos suponen “golpeadores” al gobierno de Manuel Velasco. Si este gobierno fuera “represor” como dicen muchos, éste simple y sencillamente ya hubiese desaparecido y dejado de circular, y sin embargo, no, lo sigue haciendo.

Que los voceadores no lo vendan para no ver afectados sus intereses y recibir cierta cantidad de dinero mensual por ello, es otra historia.

De ahí que surjan quienes en un afán de hacer un supuesto periodismo “crítico” y “objetivo” lleguen a los extremos de escribir supuestos, publicar sin el más mínimo recato, sin prueba, sin elemento alguno que pruebe lo dicho.

Sin afán de parecer puritano, el periodismo en Chiapas debe de entrar en un proceso de análisis, de reflexión y verdadera objetividad que no la hay, por más que algunos se empeñen en auto promocionarse como paladines de la libertad de expresión y vivir de sus recuerdos, de viejos lodos, que no son más que nuevos polvos, pero que no impactan en la sociedad que cada vez más va teniendo acceso a las redes sociales que se ha vuelto un espacio alternativo para el acceso de la información que en los medios impresos muchas veces no se adquiere.

Visto en twitter….

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