Silvano Bautista Ibarias.
Carlos Sandoval Miranda, Director General del Centro Multidisciplinario de Innovación Tecnológica, advirtió que la demanda de alimentos en México se acelera pues en el año 2050 seremos 125 millones de habitantes por lo que es urgente que los más de 3.5 millones de pequeños productores se conviertan en la “columna vertebral” en la producción de alimentos.
Lo anterior debido a que los grandes productores, han llegado a un tope en el que la tecnificación y la producción inician un lento estancamiento y la Cruzada contra el Hambre, nos da la posibilidad de integrar en la cadena productiva a los núcleos agrarios y los ejidos que se encuentran dentro de la pobreza alimentaria pero a quienes habrá que darles las herramientas necesarias, para que produzcan de forma eficiente, eficaz y acompañada.
Recordó, que de la superficie total de la República Mexicana, el 51% es propiedad social, del cual, el 83% es perteneciente a ejidos y 17% a comunidades. La presencia de los núcleos agrarios abarca al 94% de los municipios del país.
El 60% de los núcleos agrarios tienen una tierra ocupada por pastizales, los cuales, en mayor o menor grado, son destinados a la ganadería. El 33% está ocupado por bosques y el 41% cuenta con selvas.
Además ocho de cada diez núcleos están destinados a la agricultura, 8.5% se dedica a la extracción de materiales de construcción, 5.5% a las actividades pesqueras, 3.8% a las acuícolas, 2.8%al turismo y 5.4% a actividades artesanales. La diversidad económica de los núcleos agrarios es palpable, y por ello, es importante generar políticas adecuadas a cada situación.
A ello, dijo, se suma la migración de los jóvenes del campo a la ciudad, el promedio de los productores campesinos ronda los 60 años de edad y el incremento de las necesidades alimentarias de una población que crece y se estima se estabilizará en 2050, llegando a un máximo de 125 millones de habitantes.
Por ello, aseguró, la variedad de tierra y sus diversas vocaciones, se tiene el potencial suficiente para convertir a nuestro país en un México prospero y se podrá realizar volviendo al núcleo agrario, la unidad básica de planeación para la creación de programas y políticas públicas.
Actualmente, toda nación que busca la prosperidad de sus ciudadanos debe poner especial énfasis en la producción de alimentos; este nuevo contexto al que debemos recurrir, es a la de una producción apegada a los componentes ambientales, sociales y culturales.
“Ya no se trata simplemente de producir, se trata de aprovechar sustentablemente la tierra, dándole un papel protagónico a los ejidos y núcleos agrarios en el desarrollo económico del país”, aseguró el director general del CMIT.
El investigador comentó que no se puede olvidar que el campo mexicano, sufrió un abandono paulatino que produjo una incipiente política en el agro mexicano, incapaz de fomentar el crecimiento del sector y el desarrollo íntegro de las comunidades campesinas, privilegiando los subsidios en vez de planes de mediano y largo plazo enfocados en una producción sostenida.
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