En fechas próximas la militancia del Partido Acción Nacional en Tuxtla habrá de renovar la dirigencia del Comité Directivo Municipal por lo que varios panistas han levantado la mano para ocupar la dirigencia municipal del blanquiazul.
De esta forma, luego de las reformas y modificaciones que hiciera este instituto político ahora la militancia podrá votar y elegir a su nuevo líder municipal, privilegio que hasta hace poco tocaba solo a los llamados “miembros activos”.
Sin embargo, algunos panistas señalan que hay quienes tienen como único oficio manipular el padrón de miembros activos del partido. Hay una renovación del PAN en Tuxtla, pero no todas las renovaciones significan cambio, la definición de la elección interna de la dirigencia de Tuxtla esta en cambiar o seguir con más de lo mismo, señalan algunos.
Una prueba de más de los mismos, indican es que cómo se explican que la familia del candidato a Presidente del PAN por Tuxtla, una hermana fue candidata y actualmente diputada por el PAN, la otra fue candidata y diputada por el VERDE ECOLOGISTA, la otra hermana fue candidata y regidora por el PAN en Berriozabal, el otro hermano fue candidato y regidor por el PRI en Tapachula, y la cuñada del candidato y regidora del PAN en Tuxtla (que bonita familia).
Acaso eso no es componenda en la que los dirigentes del PAN participaron, se cuestionan por lo que consideran urgente limpiar al PAN de los sabinistas que pretenden controlar el proceso de la elección de dirigente en Tuxtla.
Por ello, señalan que el panismo necesita urgentemente sacudirse a los falsos Mesías, de los ayatolas que pactaron con Yassir, a los que guardan silencio ante la nefasta obra que "viva el centro” a los que fueron autoridades con Yassir, que compartieron el PAN y la sal, metieron la mano en el mismo plato y además le cubrieron sus fechorías, a los que le guardan "temor reverencial a Sabines”.
En este caso, indica, se trata de recuperar la credibilidad que el partido ha perdido ya que es urgente por medio del voto hacer a un lado a los enfermos de poder pues el partido como organismo integrado por seres vivos, no es inmune a las enfermedades y se debe saber que cuando la mente se enferma, se enferma también el cuerpo, si la dirigencia está mal, también lo estará la militancia.
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