viernes, 22 de noviembre de 2013

Joven guatemalteca doctorante espera disculpas de cafetería por discriminación.

Gabriela Coutiño.

Rosa Liberta Xiap Riscajch, la joven indígena Quiché guatemalteca, estudiante de posgrado en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, exigió a la cafetería francesa “Oh Lalá” emita una disculpa pública por la situación de racismo y discriminación que sufrió en San Cristóbal al impedirle entrar al lugar como cualquier cliente.

Debido a que el agravio fue denunciado en las redes sociales y que aún sigue recibiendo pronunciamientos y acciones de solidaridad, se pronunció contra el racismo y la discriminación que se ha vuelto un problema generalizado en los establecimientos comerciales de la colonial ciudad, señaló que sigue esperando la disculpa pública de los propietarios del café.

Quiero dar por cerrado este caso, que en lo personal me desgasta y me ofende. Espero que la disculpa pública solicitada no se demore en llegar. Mi deseo es que este caso se convierta en un precedente, para dar origen a una nueva relación, a un cambio de políticas públicas, que se sustenten en el respeto a las mujeres indígenas que luchan día a día, de una manera honesta, y que el sistema neoliberal las ha arrojado al comercio informal. Ellas no son responsables de tener a la calle como su único espacio de sobrevivencia, indicó a través de un comunicado.

Dijo que el reclamo de disculpa pública ahora ya no es un reclamo solo de ella, sino de la sociedad civil que se ha pronunciado y de la comunidad universitaria así como de las autoridades académicas del Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (Cesmeca), de la Unicach, donde cursa el doctorado en ciencias sociales y humanísticas.

La joven originaria del municipio de Almolonga en el departamento de Quetzaltenango, Guatemala, señala que lleva viviendo tres años en San Cristóbal de las Casas, y que no es la primera vez que le niegan el ingreso a restaurantes por su identidad étnica pues viste un vestido propio que la distingue como parte de un pueblo originario maya Quiché de Guatemala.
El racismo y la discriminación, lo vivimos en lo general en las calles, en la vida cotidiana las mujeres, niños y niñas indígenas y una manifestación de esta, es el rechazo que sufrimos de parte de las casas comerciales, cuando con violencia verbal y física, nos impiden ingresar a los mismos, abundó.

Desgraciadamente, este tipo de violencia está normalizada en la sociedad, y peor aún en las cámaras comerciales, las autoridades municipales, estatales y nacionales; son omisos en reaccionar frente a estas flagrantes violaciones a los Derechos Humanos”.

En su carta Rosa Liberta expone que la inconformidad en contra del trato que sufrió, la formula como mujer indígena, a nombre de todas las mujeres y todos los niños y niñas indígenas discriminadas y maltratadas, independientemente de su escolaridad.

Dice estar convencida que la condena que ha surgido alrededor de su caso, no responde al hecho de que sea una estudiante de posgrado, sino a la discriminación misma.
Lo sucedido en su contra, indicó, “no debe volver a repetirse, porque si bien la agresión racista fue realizada por una trabajadora de la cafetería Oh la la. Pastelería francesa, ella lo hizo cumpliendo órdenes, respondiendo a las políticas de la empresa”.

La joven insiste en que el incidente del 12 de noviembre “no debe volver a ocurrir, por lo que las autoridades y las cámaras de comercio y servicios turísticos y los empresarios, deben estar dispuestos a establecer nuevas relaciones de respeto con el comercio informal, capacitando y concientizando a sus trabajadores en todos los niveles”.

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