¿Cómo es posible que en las narices de sus “Grupos Tácticos y Especiales”, una persona sea brutalmente asesinada..?
Enrique Vázquez Palacios
En verdad que lo ocurrido la tarde este lunes en el interior de la Catedral Metropolitana de San Marcos, donde un desconocido fue brutalmente asesinado a cuchilladas por varios sujetos, debe ser motivo de un serio análisis por parte del cabildo tuxtleco y de la Comisión de Honor y Justicia del Congreso del Estado, para llamar a cuentas no solamente al “presidente municipal”, Samuel Toledo Córdova Toledo, sino también al titular de la Secretaria de Seguridad Pública Municipal y a los elementos que, se supone, estaban a cargo de la ZP (Zona de Patrullaje) y vigilancia del centro de la capital.
De acuerdo con las versiones de algunos testigos presenciales del homicidio, que pedían dádivas a la entrada del recinto sagrado, y recabadas por el equipo de investigación de elpoliciaco.com, la “misa de seis” se realizaba de manera normal, cuando repentinamente vieron que una persona del sexo masculino, que llevaba una mochila de color azul en la espalda, corría desesperadamente seguido de cerca por cuatro sujetos más, con aspecto de menesterosos.
Agregan que, creyendo quizá que ingresando a la Catedral, sus seguidores lo dejarían en paz, el sujeto entró corriendo despavorido por la puerta principal de la iglesia, pero fue alcanzado y sin ninguna compasión, acuchillado en repetidas ocasiones, hasta que cayó de espaldas y con los brazos en cruz, en medio de un gran charco de sangre.
Al ver consumado su crimen, sus atacantes abandonaron el recinto y huyeron con dirección al sur, dejando en las escalinatas de la Catedral, las huellas de sus zapatos impregnados con la sangre de su víctima.
Los primeros en arribar al lugar fueron paramédicos de Protección Civil, quienes constataron que el desconocido ya había dejado de existir como consecuencia de las lesiones recibidas, las cuales al parecer le fueron inferidas con arma blanca (cuchillo o navaja).
Poco a poco fueron arribando elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC), así como policías municipales vestidos con uniformes en color negro con leyendas tales como “Grupo Táctico” y “Grupo Especial”, cuyos elementos, en lugar de acordonar todo el primer cuadro de la zona centro, en busca de los presuntos homicidas, que podrían haber sido fácilmente identificados por la sangre en sus zapatos, perdieron el tiempo en sacar a la gente del atrio de la Catedral, el cual fue cerrado totalmente por sus tres entradas principales, mientras que la misa finalizaba y los parroquianos se retiraban para dejar que la policía realizara “sus primeras investigaciones” y levantaran el cadáver casi a las nueve de la noche, para ser llevado al Servicio Médico Forense (SEMEFO), donde se le realizaría la necropsia de rigor.
Por su lado, algunos policías “especiales” que en nada colaboraban con las pesquisas de las autoridades, se dedicaron a tomar fotografías de todas las personas que se hallaban arremolinadas en torno a los accesos a la catedral, buscando quizá algo de “sospechosismo” entre las decenas de curiosos que casi a las diez de la noche, poco a poco se fueron retirando del lugar.
Ya para finalizar, es menester recordar que cuando nuestro “presidente municipal”, nombró como Secretario de Seguridad Pública Municipal a Moisés Grajales Monterrosa, dijo en su discurso "Vivimos ahora una etapa de fortalecimiento institucional, una etapa donde la prioridad es atender las demandas y necesidades de la ciudadanía; tenemos importantes acciones por realizar en materia de seguridad y la tarea es fortalecer el trabajo institucional para beneficio de la ciudadanía".
Sobre el nombramiento hecho, Samuel Toledo exhortó al nuevo funcionario trabajar de manera estrecha y coordinada con todos los órdenes de gobierno, así como a redoblar esfuerzos por la seguridad e integridad de la ciudadanía capitalina y seguir haciendo de Tuxtla una de las ciudades más seguras del país. Y usted ¿Qué opina?.
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