miércoles, 15 de octubre de 2014

La mujer rural, motor de la economía familiar y del desarrollo de las comunidades: Albores Trujillo.

* En la LXV Legislatura -dijo el legislador- vamos a seguir trabajando para fortalecer la equidad de Género, acceso a la educación, salud y derechos humanos de la mujer rural.

Silvano Bautista Ibarias.

El diputado José Antonio Albores Trujillo presidente de la Comisión de Derechos Humanos reconoció la importancia de la mujer rural en el desarrollo del estado, en ese sentido, enfatizó: “El papel de la mujer rural es crucial para poner fin al hambre y a la pobreza. Con su trabajo constante, las amas de casa en las comunidades luchan día a día por mejorar la condición económica y productiva en su hogar”.

En el marco del Día Internacional de la Mujer Rural, el diputado del Partido Revolucionario Institucional refrendó su compromiso con el sector femenino, y dijo, “en la LXV Legislatura vamos a seguir trabajando para fortalecer la equidad de Género, así como en aprobar reformas que impulsen el desarrollo de la economía familiar y así, las mujeres de Chiapas puedan seguir llevando el sustento a sus casas y para que puedan ser autosuficientes y se sigan superando”.

El también presidente de la Asociación Nacional por la Unidad Revolucionaria del PRI, hizo hincapié en la necesidad de fortalecer las políticas en materia de igualdad de género, y para que el trabajo de la mujer en el campo y en el núcleo familiar sea plenamente reconocido y se le de el valor que merece.

Albores Trujillo indicó que el Día Internacional de la Mujer Rural, tuvo su origen en la Convención de Beijing, realizada por las Naciones Unidas en septiembre de 1995, debido al resultado de los planteamientos presentados por diversas Organizaciones No Gubernamentales, mencionando entre otras a la Federación Internacional de los Productos Agrícolas (IFAP), La Red de Mujeres Campesinas Africanas (NARWA) y La Fundación de la Cumbre Mundial de Mujeres(WWSF).

Enumeró que las mujeres rurales desempeñan un papel fundamental en las economía. Sin percibir ningún tipo de remuneración -indicó- participan en la producción de cultivos y el cuidado del ganado, proporcionan alimentos, agua y combustible y participan en actividades no agrícolas para diversificar los medios de subsistencia de sus familias. Además, llevan a cabo las funciones vitales en el cuidado de los niños, los ancianos y los enfermos.

Las estadísticas no mienten- enfatizó el diputado- y en ese sentido es alarmante reconocer que la mayoría de las personas pobres del mundo son mujeres, y ellas tienen la abrumadora responsabilidad de alimentar a hombres y niños hambrientos, y a sí mismas. Además, cultivan, cosechan y cazan o pescan los alimentos para la familia, llevan agua y leña a la casa, y preparan y cocinan los alimentos.

Por ea razón, indicó José Antonio Albores Trujillo, es necesario seguir redoblando esfuerzos y poner en práctica políticas públicas que se vean reflejadas en una mejor condición de vida, proponiendo igualdad, respeto a sus derechos humanos, garantizar su participación en la vida democrática del país y sobre todo eficientar el acceso a la educación y la salud.

Reconoció que el trabajo es mucho, y es del tamaño del pendiente histórico que la sociedad tiene para con las mujeres rurales, motor de la economía familiar y forjadoras -en gran medida-, del desarrollo económico de las comunidades.

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