Comunicado...
En reconocimiento a su obra como promotor y creador de la Universidad de Ciencias de Artes de Chiapas, así como por su trayectoria como servidor público y sus méritos académicos, el Honorable Consejo Universitario de la Unicach confirió el grado de Doctor Honoris Causa al ex gobernador del estado, Eduardo Robledo Rincón.
Al colocarle la toga, el birrete y la medalla de la universidad, el rector de la Unicach, Roberto Domínguez Castellanos, pidió al nuevo doctor "tomar asiento en la cátedra de la sabiduría, y desde ella, destacando por su ciencia, enseñe, oriente, juzgue y muestre su magnificencia en la universidad y en la sociedad, comprometiéndose a guardar las leyes y el honor de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, y prestarle favor, auxilio y consejo".
Atendiendo este llamado y ante la presencia del gobernador del estado, Manuel Velasco Coello, en su calidad de testigo de honor; de académicos, comunidad estudiantil, funcionarios, legisladores, familiares y amigos, el distinguido icachense y ahora unicachense reflexionó sobre la condición política y social del país.
"Hoy México vive momentos difíciles, de incertidumbre en la casa, de intranquilidad en la calle y de desconfianza en lo público. La búsqueda de soluciones ha llevado a algunos a plantear la necesidad de un Nuevo Pacto Social.Desde aquellos que plantean un “Constituyente Ciudadano” al propio EZLN que desde 1996 y en 2011 propuso discutir el “Nuevo Pacto Social”. Estas propuestas no responden a una pregunta ¿Un Nuevo Pacto Social para qué? Mi respuesta es: Un Nuevo Pacto Social para la construcción de La Ciudadanía Social."
Al referirse a Ciudadanía Social, Robledo Rincón explicó que debe ser entendida como es el derecho individual a un desarrollo humano adecuado, acceso a oportunidades económicas, el derecho al empleo y la obligación de emplearse, y con ella se busca la inclusión de todos los mexicanos y mexicanas al reparto equitativo de los esfuerzos y los bienes sociales.
"La Ciudadanía Social para convertir en ciudadanos reales a los 5.4 millones de mexicanos analfabetas en la era del conocimiento, a los 53.3 millones que viven en pobreza, a los 11 millones que no terminaron la primaria. Hacer ciudadanos a los que no tienen más expectativa que dejar su pueblos y migrar hacia otros horizontes. A los que quieren trabajar y no encuentran dónde."
El doctor Honoris Causa sostuvo que las palabras democracia, modernidad y progreso adquieren un sentido más profundo cuando ponen en el centro de sus objetivos combatir la desigualdad y no hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo: Esta es la hora de la Ciudadanía Social.
"Habrá dificultades y resistencias. Los liberales del Siglo XIX también las tuvieron, las superaron y hoy somos ciudadanos jurídicamente. En el Siglo XX, los revolucionarios primero, y los demócratas después, tuvieron que desmontar todo un andamiaje que impedía el ejercicio de la ciudadanía política. Y también tuvieron éxito."
Para emular esas grandes horas de nuestra historia, dijo, se requiere reconocer que el reto no es únicamente del gobierno, ni de la clase política en particular. Que el esfuerzo debe de ser de toda una generación. La generación de mexicanos que ante la adversidad entendió el momento, asumió su responsabilidad y actuó en consecuencia.
"De lo que haga esta generación, en esta hora, dependerá la forma como hablarán de ella los mexicanos dentro de 100 años. La construcción de la Ciudadanía Social: Ese puede ser su legado", concluyó.
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