jueves, 5 de marzo de 2015

La Crayola monumento a la corrupción.

**La Fuente Atzacua pretendía dar identidad en la región del soconusco y lo que se logró que los ciudadanos sientan vergüenza de ella.

**La obra “Emblemática” del ex alcalde Samuel Chacon presenta inconsistencias, presupuesto no acorde a lo ejecutado y serios cuestionamientos de su funcionalidad.

Derky Wilner Pérez @derkywilner


Tapachula, Chiapas. La denominaron fuente Atzacua pero bautizada por el imaginario popular como “La Crayola” por su similitud con este material de escritura de los niños de pre escolar, hoy es el principal símbolo y monumento a la corrupción del ex alcalde Samuel Alexis Chacón Morales.

Con la Fuente Atzacua se pretendía realizar una obra representativa y digna de los habitantes de la región del soconusco, como señala una de las publicidades emitidas por el municipio, además se recalcaba “La intención de que esta importante obra fuera generadora de identidad en la región a través del mejoramiento de la imagen urbana” en la publicación también se decía que “la fuente Atzacua representa la conjunción de dos culturas la Maya y la Izapeña, pero lo único que se logró con esta es que los ciudadanos de Tapachula se volcaran en redes sociales a criticar diversos aspectos como son el elevado costo superior a los 29 millones de pesos, la sustitución de la "La glorieta de los huacales" cuatro recipientes de concreto, pintados a la manera de las jícaras tradicionales de Chiapa de Corzo, obra construida apenas en 2010. Rodolfo Rav señalo referente a la Fuente Atzacua, honestamente esto me parece una "obra" de lo más aberrante, derivado a que no veo que represente a nuestra hermosa Tapachula, lleva demasiado tiempo "en construcción", cuando ya avanzaron un poco, la vuelven a tirar, solo ha generado conflicto al transitar por la glorieta, y vergüenza para los Tapachultecos, cuando terminen la "obra" y elijan un nuevo presidente, van a tirarla una vez más para hacer otra "obra".

Hasta el día de hoy la fuente solo ha causado molestias, críticas y cuestionamientos sobre el elevado costo de construcción, además de manejos oscuros sobre quienes la realizan esto derivado a que jamás se ha dado a conocer el nombre de la empresa que la ejecuta, además de los tiempos de ejecución, es por ellos que todos los ciudadanos coinciden que en vez de ser bautizada como Fuente Atzacua se le coloque el nombre de “La Crayola Monumento a la corrupción”, con ese mismo malestar ciudadanos opinan que si se quiere desviar recursos en obras públicas, de verdad hagan obras donde se requieran; la anterior glorieta de los huacales solo necesitaban mantenimiento, no tenían por qué derrumbar algo que, en lo personal, de verdad representaba a Tapachula y poner en su lugar algo que es motivo de burla, señalo otro ciudadano.

La intención de la obra era generar identidad en la región, pero lo que realmente se consiguió es que el pueblo se sintiera avergonzado por tanta corrupción opinan ciudadanos agachando la cabeza y sintiéndose burlados y es que la obra al parecer marchaba sin contratiempos; en abril del 2013 se consignaba en un comunicado, que el entonces alcalde Samuel Chacón supervisaba personalmente la obra, acompañado de los contratistas y de "notables de la sociedad tapachulteca"..."Luego de revisar los planos y verificar que se cumpla con calidad la construcción de dicha fuente emblemática" pudo comprobar que la obra llevaba un avance del 60%,

Sin embargo, en octubre del mismo año se anuncia sorpresivamente "algunos ajustes monumentales al diseño" lo que ocurrió en verdad fue una demolición total de la estructura que buscaba emular los característicos arcos falsos de la arquitectura maya de Palenque.

Al hacerse evidente la demolición de la obra, el alcalde tuvo que admitir en otra visita al sitio que la decisión se debía a errores en la ejecución, por parte del contratista, dichos errores consistían en haber determinado la altura del arco en ocho metros, cuando en realidad se trataba “de doce metros” agregó además que los gastos por el error cometido serían asimilados por el contratista.

Algunos contratistas locales consultados sobre el tema, señalan que en realidad no hubo tal error, sino que la decisión de aumentar deliberadamente la altura fue "a capricho" del ahora Ex Alcalde Samuel Chacón en una de sus visitas de supervisión de obra.

El arco creció en altura, pero su proporción en la base se mantuvo dando a la nueva construcción un aspecto desproporcionado, lo que motivó el sobrenombre de "monumento a la crayola" por la inesperada silueta resultante, lo cual fue rápidamente producto de burlas y memes en las redes sociales.

El último de los eventos desafortunados que arrastra este monumento fallido, fue el conflicto de límites de la glorieta entre el ayuntamiento y la Secretaría de Comunicaciones y transportes; motivo por el cual el Ayuntamiento de Tapachula tuvo que aceptar tácitamente su incapacidad y entregar la obra (mediante acta notarial) a las autoridades estatales, para que se concluya en el mínimo plazo.

Hoy a pocos días de su inauguración según el anuncio en la página oficial del ayuntamiento de Tapachula los ciudadanos se preguntan quién tendrá el valor de inaugurar dicha obra que más que un orgullo para los ciudadanos se convirtió en “La Crayola Monumento a la corrupción”

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